La técnica es importante
17 febrero, 2012 4 comentarios
Después de unas semanas metido de lleno en el terreno identitario y conceptual de la Osteopatía, necesito alejarme un poco de estos aspectos “tan profundos” y volver a centrarme en el día a día de nuestra particular guerra clínica. Ya desde hace tiempo, pero en especial en estos días, he oído a menudo la famosa frase de que “la técnica no es lo importante sino el concepto y el abordaje que la fundamenta”. Entiendo el sentido de la frase y estoy bastante de acuerdo con la idea que se quiere transmitir pero a la vez me ha surgido la necesidad de escribir un poco sobre la técnica propiamente. Hablo de técnicas manuales y importa poco el origen que estas puedan tener.
Todos hemos pasado esa etapa en la que saber cuantas más técnicas posibles era nuestro gran objetivo, importaba la cantidad y la vistosidad de estas, si podían ser algo complicadas mejor. Vídeos y fotos formaban nuestro particular y extenso arsenal terapéutico a la vez que este, estaba alejadísimo de nuestra pericia manual real. No tenías tiempo de digerir las aprendidas que ya buscabas nuevas técnicas para meter en el zurrón. Afortunadamente la fiebre pasa (con claras excepciones) y unos años después te das cuenta que si bien conoces un amplio abanico de posibilidades técnicas, a la práctica usas una corta lista de ellas. Usas esas porque son las que te funcionan, las que dominas y con las que obtienes los mejores resultados. Me atrevería a decir que la gran mayoría de técnicas que forman esta selección no son las más complicadas, ni muchísimo menos las más vistosas. Llega un momento en que tienes la sensación de hacer a todo el mundo lo mismo si o no? Pero no es así, y no es así porque la técnica tiene mucha importancia. La misma técnica puede realizarse con multitud de matices diferentes, con profundidades diferentes y sobretodo con intenciones diferentes.